domingo, noviembre 05, 2006

Fiera de Libro, o simplemente Pretending

Hoy estuve en la versión Nº26, pero hace exactamente un año, mientras estaba aún acompañada, visitaba sola la 25.
He estado tantas veces desde ese entonces en la Estación Mapocho, pero hoy el juego de colores, libros, gente, aromas y las mismas caras de cada año, montaban un escenario para esta performance de la memoria que se urdía y tomaba vida dentro de mi espacio mental.

El protagonista de este año fue Perú, y el año pasado era España y El Quijote; lo menciono porque mientras saboreaba unos churros de masa caliente y dulzona, mirando una escena del Hidalgo de La Mancha, suena el celular que me vuelve al presente y a la cotidianeidad abúlica de mi vida de esa época. El aparato me transmite su voz que dice que había llegado de lA sErEnA, y mi estómago se contrae, más no de ansiedad de verlo. Inconscientemente comienzo a apurarme, a tratar de salir de aquel galpón gigante, atestado de personas, pensamientos y palabras impresas, que hacían eco dentro de mi cabeza. Temía, y gastaba enormes montos de energía en evitar conflictos, en evitar su tristeza, en evitar que se enojara, en evitar que dejara de amarme como yo había dejado de amarlo....hace tiempo. Entré al departamento con la satisfacción-alivio de haber llegado antes que él, contenta (como la niña que aún soy) por mis nuevas adquisiciones literarias, pero con cierto dejo de nostalgia porque mi perfecto fin de semana de soledad acababa en 5...4...3...2..1...aaaaaaaaahhhhhhhhhh, Llaves en la puerta.
Con palabras de buena crianza le preguntaba por una familia que no me importaba, y él me preguntaba por libros en los que nunca se interesaría, y me hablaba de un viaje que yo deseaba se hubiera prolongado. Nadie hubiese podido representar mejor esta pieza de Ionesco, mientras como banda sonora, la alegría comenzaba a cantar su canción Oh, yes. I'm the great pretender....
Al ver "Lear Rey y Mendigo" sobre la cama (libro con el que había transmitido un año entero), él dice- Te lo compraste! - Mientras lo hojea y la expresividad de su cara y ojos comienza a proyectar desconcierto,....lata.....confusión...mientras eleva sutilmente una ceja y su (innegablemente hermoso, a pesar de todo) labio superior, y pregunta- Es una obra de teatro????-.
Me resulta inevitable esbozar una sonrisa al contestarle- Es la traducción del Rey Lear.......de Shakespeare. Y él evidenciando a todas luces que ya no me soportaba, con toda la rabia que podía dispararme a través de su verde mirada, ironiza- Oh!, disculpa por no saber tanto como tú!!.
In-my-life (???????????!!!!!!!!!!!!!) Y así fue como de un momento a otro pasé a ser "la mujer que sabía demasiado", y como tal debería ser eliminada tan pronto como fuese posible.

La intensidad de la luz, la temperatura y los aromas de la primavera han comenzado a gatillar imágenes y escenas que creía perdidas bajo los escombros de la negación y el olvido. De a
po-qui-ti-to voy armando con ellas una nueva representación de tu (in)humanidad, para que ese día pueda mirarte a los ojos sin temor a tu juicio, ni a tu perfección, ni a tu dolor, ni a tu ira, sin temor a que me dejes de amar como ya lo hiciste (tal vez antes que yo).
Hoy tengo fuerza suficiente para pararme frente a tí, porque ya no gasto mi energía en anhelos inútiles, porque mi razón está limpia, porque olvidé el idioma de las palabras de buena crianza, y por que la canción de mi alegría, nunca más será Oh, yes. I'm the great pretender....

1 Comments:

Blogger Lara K said...

Recuerdo haber sentido esa sensación de guata apretada, que describes al momento de escuchar esa voz avisando que está de regreso en stgo.

Una de las preguntas que planteo es ¿habrá alguna pareja que no llega a ese punto? de hacer lo que sea para evitar la misma pelea por milesima vez. Porque al final cada uno conoce a la perfección el camino hacia donde lleva esa pelea, ya sea a que te ignoren, a que te palabreen media hora, a que no te ayuden etc, etc.

A eso me refiero Lara cuando digo que no sé si estoy dispuesta a vivir con alguien de nuevo, a esa constante negociación, a ese constante ceder. Tu post me hace valorar ese pequeño gran placer egoista que llega sólo cuando estas sola: hacer la huea' que te de la gana.(y casi no sentir culpa...)

5:57 p. m.  

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