Halloween

Sabemos que en el mundo de las witches and bitches, la línea que separa la realidad y la fantasía, la cordura y la locura, la vida y la muerte...es delgada, casi imperceptible; pero esa noche de Halloween era aún más delgada, y los sueños se entremezclaban con una realidad decorada con luces rosa y música kitsch.
Entre aquella fauna de seres esperpénticos, ella vestida de doctora se mueve sensual con su figura espigada, se mueve delicada y graciosa entre dos orangutanes que sólo desean tocarla y absorber su candidez (????!!!!!).
Sumergida en su realidad difusa no sabe que a su alrededor bailan muertos que la quieren con ellos. Ella no lo sabe y sigue danzando y jugando sobre la frágil línea que separa la vida de la muerte.
En su historia hay muchos vivos que hoy parecen muertos, y también hay muertos más vivos que traspasan su barrera y la quieren besar, y esos vivos casi muertos que azuzan los besos...
Pero ella está ahí, naif, nice, kitsch, witch, bitch de-mente- inocente-mente-dispuesta y expuesta se entrega a la muerte, en un beso a aquel cadáver ensangrentado, ese que llora porque su disfraz no es el mejor, porque no lo es; era simplemente un muerto que vuelve a la vida un instante, en un beso, mientras ella vestida de doctora baila entre orangutanes y muertos vivos, la noche en que la fantasía y la realidad, la locura y la cordura, en fin, la vida y la muerte se entremezclan en un escenario decorado de luces rosa y recuerdos pueriles de un tiempo que ya no existe.